Hay una guerra ahí fuera.
yo vuelvo a caer en tu trinchera
no queda nada ni nadie
que me absuelva
Arrastro las cadenas
de mi inconsciencia
ante los hechos de tu espalda
incompleta
Incompleta sin mis dedos por ella
se disipan los lunares de tu cuello
y cuando creo que me desintoxico
recaigo
Hay una guerra ahí fuera
resuenan trompetas
la calle arde
tú te alejas
Ya no se si sacar la blanca bandera
que un día fue nuestra sábana bajera
y pedirle al cielo una tregua
o trepar por tus piernas
en busca de una torre desde la que dispararos.
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